Hacer contacto cero con tu ex y tratar de olvidar todo lo bueno y lo malo que viviste con él o ella. Así es como normalmente lidiamos con el rompimiento. En el caso de María Zardoya y Josh Conway de The Marías, después de una relación sentimental de casi una década, se separaron para volverse seres “individuales”, pero se demostraron a sí mismos que, a pesar de ello, podían trabajar juntos haciendo música. El resultado fue Submarine, que refleja algo muy satisfactorio y catártico.
Primero, porque se dieron cuenta de que, si querían hacerlo, tenían que ser honestos consigo mismos, con sus compañeros de banda y con la música en sí. En segundo lugar, porque también descubrieron que al ser vulnerables ante el dolor, la creatividad fluía.
María ha mencionado en distintas entrevistas que este álbum trata de “dejar atrás el pasado en el pasado”. Puede parecer un cliché o algo fácil de hacer, pero todos sabemos que cuando se trata de una pérdida o una separación, la cosa es muy diferente. Mientras Josh se fue a Europa para darse un respiro tras el rompimiento, Zardoya escribía sobre no olvidar, sobre trascender, sobre sanar y aceptar lo que “no fue”, tal y como nos canta en “Sienna”, la canción en la que abiertamente revela que ambos querían tener una hija.
El cover del álbum es majestuoso y le hace justicia al nombre Submarine. Vemos a María sumergida en el agua, irradiando un azul desolador. De hecho, una de las variantes del formato en vinilo está cubierta de agua, con líquido dentro de la funda para mostrar que el cuerpo puede estar en lugares o situaciones incómodas, pero que siempre puede superarlo. Es importante mencionar que, para el rodaje de este cover, Zardoya estaba en un momento crítico familiar, ya que su padre (quien se escucha al final de “Ay No Puedo”) había tenido un derrame cerebral días antes.
María también señala que, aunque nadie se haya dado cuenta, hubo momentos durante el proceso de escritura en los que sintió como si su mente estuviera bajo el agua y no podía escuchar nada excepto el eco de sus propios pensamientos. Esto nos remite a las profundas revelaciones de “No One Noticed”.
Después de dos años y tras el sublime Cinema de 2021, la banda originaria de Los Ángeles lanzó su segundo álbum de estudio, Submarine, a través de Nice Life Recording Company y Atlantic Recording Corporation. Sin duda superaron el reto del “segundo disco” con mucho orgullo, ofreciéndonos tonalidades suaves y psicodélicas, un indie pop fresco, pero a la vez con toques de jazz, funk y electrónica. En momentos suena hipnótico por los arpegios y en otros, muy rockero por los arrebatos distorsionados de guitarra. Incluso tiene toques de bossa nova. Puedes disfrutar de lo nuevo de The Marías si eres un ávido escucha de la música de Khruangbin, The Cranberries, Air, Mazzy Star, Men I Trust o Billie Eilish, y aun así, no deja de tener su propio estilo y esencia.
Junto a Jesse Perlman en la guitarra y Edward James en los teclados, el sueño se hace realidad, porque la voz de María fluye y la batería y producción de Josh avanzan. Si trabajan juntos, sacan las ideas justo como las quieren y eso los hace sentir muy orgullosos porque saben trabajar en equipo y nos entregan un álbum de calidad en letra y sonido. El estilo bilingüe de esta banda también es un plus, ya que la voz de Zardoya navega muy bien entre la fonética del inglés y su español puertorriqueño.
Ahora hablemos de las canciones que amamos del álbum. Iniciamos con “Hamptons”, que tiene toda la intención de sonar a reggaetón pero con su propia visión de lo que este género representa hoy en día.
“Echo” es una de las canciones más dolorosamente honestas; Zardoya la escribió poco después de que Josh se fuera de viaje tras su separación: “Me pregunto cómo es estar sola si no me llamas, supongo que lo sabré”.
“Run Your Mouth” es la pieza más bailable, pero con una letra llena de golpes de realidad. Es una canción que describe cómo se siente evitar los conflictos y cómo, cada vez que queremos hablar de algo serio, podemos correr y escondernos. Podemos o no saber que es un mecanismo de protección y, por ello, el sistema nervioso no tiene la capacidad de abrirse. “Escribí esta canción en uno de mis estados de ánimo en los que simplemente no quería hablar y quería que todos a mi alrededor me dejaran en paz”, dijo María en su cuenta de Twitter.
“Blur” tiene mucha reverberación y nos lleva a una atmósfera inquietante que, sin poder explicar por qué, nos gusta. Este track tiene vibras muy al estilo de King Gizzard and the Lizard Wizard, así que está más que perfecto para sonar en un Hipnosis. “La luna se sienta tan bonita aquí, dentro del desastre que supongo que construí”, solloza María bajo los sonidos desgarradores de la guitarra.
“Love You Anyway” es otra de las canciones mejor logradas del álbum, sobre todo porque no sabemos si es ficción o la historia real de desamor entre Josh y Zardoya. Durante la canción, ambos artistas intentan mostrar ideas de vergüenza social al expresar su amor mutuo, pero ese cariño ahora está en diferentes canales: “Tal vez nunca encuentre las palabras para decir, espero otra vida para poder quedarme. Sé que siempre has estado enamorado de mí, pero sé que tú también has tenido que verme partir. Te amaré de todos modos”.
“Vicious Sensitive Robot” es un nombre lleno de contradicción, pero ilustra perfectamente cómo a veces podemos desear no sentir ninguna emoción como los robots, porque sentir nos provoca angustia en la mayoría de los casos y de eso va este track: “Cualquier cosa para quitar el dolor, y si no ves por qué tengo que irme, tal vez debería alejarme”. De esta manera se acerca el cierre del álbum, pues para este momento está más claro que nunca que todo acabó, pero los sentimientos derivados de esos momentos siguen y seguirán ahí porque no se olvidan, sólo se recuerdan.
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