rusowsky y Ravyn Lenae traen un encuentro de baile cósmico y de flamenco con “pink +pink”
- Editorial TORT
- 28 may
- 3 Min. de lectura
Es hora de traer a la mesa la nostalgia futurista que les va a volar la cabeza y va a ponerlos a bailar, esto es: "pink + pink" de rusowsky, con la voz de Ravyn Lenae. Con esto los preparamos para sumergirse en el universo DAISY, el esperado álbum debut de este genio madrileño que ha logrado lo impensable, ¡hasta revivir a Las Ketchup! Con colaboraciones de la talla de Jean Dawson, Ralphie Choo, Kevin Abstract y La Zowi.

Desde que le das play a "pink + pink", te das cuenta de que Rusowsky está jugando en otra liga. La rola tiene un flujo minimalista y futurista que te atrapa al instante, pero lo más loco es que sus raíces están en el sonido constante de las castañuelas y los aplausos, ¡como si el flamenco se hubiera ido de fiesta a una rave espacial! Pero no se confíen, porque justo cuando te sientes hipnotizado, un bajo estruendoso te golpea con trazos duros de trap, abriendo paso al sonido delicado y luminoso de un arpa que te eleva al infinito.
"Solo quiero bailar toda la noche / Diviértete un poco, creo que podría / Te tengo en mi mente / Vamos a pasar un buen rato". La voz etérea de Ravyn Lenae te susurra al oído, invitándote a soltarte y dejarte llevar por el groove. Es una sensación de abandono total, de querer perderse en el momento y en la conexión con esa persona que te tiene clavado. La narrativa de la canción te sumerge en esas ensoñaciones donde la realidad se difumina y solo existe el deseo de la cercanía, aunque el subconsciente te diga: "Pero sé que esto no es real". Esa dualidad de la fantasía y la realidad te rompe en mil pedazos, como dice el post-estribillo de Rusowsky: "Me deja roto-to-to-to-to-to".
Pero justo cuando la melancolía amenaza con instalarse, los versos de Rusowsky en español le dan un giro poético y desgarrador: "Ay, reina mía / Que por verte hasta al infierno yo bajaría / Desde que sueño contigo ya nunca despertaría / Y en el mar de tus ojos mi barco se despedía". ¡Gran nivel de lirismo! Te transporta a una película de amor imposible, donde el deseo es tan grande que uno estaría dispuesto a todo. Los sintetizadores le brindan un color y un peso más de ensueño, creando un paisaje sonoro rico, donde lo estruendoso y lo titánico del ensamble se mezcla con un ritmo suave pero poderoso, intenso y candente. Es una experiencia auditiva que te hipnotiza y te hace querer más.
"pink + pink" es solo una probadita de lo que nos trae DAISY, el álbum debut de Rusowsky. Este multiinstrumentista, productor y compositor de Madrid, consolidado como una de las voces más singulares del panorama actual, ha creado un universo sonoro enteramente desde la intimidad de su habitación. Como él mismo dice, el disco se siente "impulsivo y disperso", reflejando su manera de ser y de hacer música.
Y es que Rusowsky es un crack. Ha colaborado con pesos pesados como C. Tangana, Judeline, DELLAFUENTE y Ralphie Choo (quien por cierto, ¡cerró el año con una explosiva collab con Rosalía en "Omega"!). Y en DAISY, el lineup de invitados es una locura: Jean Dawson, Kevin Abstract, La Zowi y, la cereza del pastel, ¡Las Ketchup! Sí, las del "Aserejé" han regresado al estudio con Rusowsky, demostrando que este vato es un visionario que no le teme a nada.
DAISY es el segundo disco del sello RUSIA-IDK, un colectivo que está llevando a la capital española a horizontes nuevos e impredecibles. Rusowsky, con su capacidad para narrar historias a través de la música y su enfoque lúdico hacia los géneros, es una figura clave que está redefiniendo el sonido de la música en español.
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