Masego estrenó Unhinged: El R&B que te da permiso de hacer el ridículo después del truene
- Editorial TORT

- 21 oct
- 2 Min. de lectura
A ver, ¿quién no se ha sentido "unhinged" (desquiciado) después de un cortón que te dejó cacheteando las banquetas? Masego nos lo dice con su flow inconfundible. Esta joya es honestidad pura sobre esos días en que te pones las pilas para dar el gatazo de que ya lo superaste, pero en el fondo, andas perdido tratando de reinventarte. Es ese mood de "me voy a hacer un glow up, solo para que yo no vuelva a ser lastimado.

La letra es súper relatable con el coro: él confiesa que anda desquiciado y que lo botaron de Hinge (una app de citas), y que solo quiere hacer "nuevos amigos". Neta, es un momento de vulnerabilidad total, pero en lugar de ser triste, te hace reírte de tu propia desgracia. Es como ver una escena de una serie chistosa donde el protagonista está fracasando épicamente en su intento de superar, pero con un soundtrack que es puro estilo.
El sonido es donde Masego nos remarca su talento y vuelve a sus raíces de jam session. Esta rola se siente libre y sin filtros, como una conversación súper honesta entre amigos. De entrada, te reciben unos poderosos horn hits que te anuncian que el Tadow boy está de vuelta, ¡pura candela! Luego, se asienta en un groove juguetón de guitarra y un bajo bouncy que te hace mover el pie sin darte cuenta.
Es modern soul con esa sensibilidad jazzy que solo él sabe darle. La magia llega al final, cuando el track se pone cinemático y sultry: entran unas cuerdas románticas que le dan un toque elegante y sexy. Es como si el vago de la primera parte se pusiera un traje de terciopelo y se diera cuenta de que, a pesar del dolor, sigue siendo el más chingón. El ritmo bouncy es la euforia y la sanación en cuatro minutos.
"Unhinged" es la prueba de que el desmadre emocional puede ser pura belleza y flow. Masego nos recuerda que, después de una ruptura, es válido sentirse loca y querer resetear todo ("I'm walking poetry / Holy matrimony, feast your eyes"). Pero lo más importante es rodearte de sonido y gente que te recuerde quién eras. Al final, esta canción no te promete que el dolor se irá, pero sí que puedes bailar con él y salir más chingón del otro lado.












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