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Ralphie Choo lanzó "PIRRI": El bop veraniego que te hace querer hacerlo todo mal

Ralphie Choo se la rifó con su nuevo sencillo, "PIRRI". Esta canción es tan impredecible que te agarra desprevenido y te jala a una pista de baile que está súper cool, pero a la vez, medio demente.


Ralphie Choo

Esta canción es la narrativa de un deseo de hacer el desmadre sin culpa. Es ese mood de cuando sientes que el mundo te vale madres (en el buen sentido) y solo quieres vivir el momento al máximo. Ralphie Choo te lo dice desde el coro: "Todo lo quiero hacer mal, hoy caen estrellas". Es esa sensación de cuando te pones una ropa chida, te sientes guapísimx y quieres que la noche sea caótica y memorable. Es como ser el personaje principal de una película indie, medio punk, donde las reglas no existen y el flow es la única ley.


"PIRRI" es un experimento brillante. Empieza con un loop de sintetizador que te da una vibra ochentera y luego, ¡pum!, entran unas guitarras luminosas que te avisan que esto va a ser una fiesta de capas. La producción está cargadísima de detalles que van y vienen, dándole una estructura cambiante que te mantiene atento y maravillado. Es una fusión de reguetón, afrobeat y pop experimental que te envuelve en una atmósfera de psicodelia bailable. El ritmo es imparable, pero la voz de Ralphie Choo es lo que le da el toque extravagante y divertido. Él brinca del grave al falsetto, soltando ad-libs como ese "¡chiquitá!" que te hace sonreír y que convierte la canción en un acto teatral lleno de carisma.


La narrativa de "PIRRI" es pura libertad. Te habla de querer "bailarte más, juntar las siluetas" y de decirle adiós a esa "bonita del bar, chica moderna" que es pura pose. Es un llamado a la autenticidad y a dejar atrás la pena. El vibe es tan veraniego que aunque estemos en otro mood del año, te transporta a la brisa del mar y a una noche donde "hoy caen estrellas".


Y el video, ¡no te lo puedes perder! Ralphie Choo lanzó "PIRRI": El bop veraniego que te hace querer hacerlo todo mal se pone un traje cool (con una vibra de estrella rock que no le pide nada a nadie) y se convierte en el protagonista. ¿El escenario? El espejo de su habitación. Vaya, es la metáfora perfecta: para ser una estrella, solo necesitas verte al espejo y creértela. Es un mensaje de confianza y delirio que te contagia.





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