Rhye estrenó “Hold On”: El vértigo de la pérdida inminente que te ruega “solo aguanta”

Rhye volvió con "Hold On" que te sitúa justo en el momento de la disolución de una relación. Es esa etapa dolorosa donde ves que la persona que amas se está alejando poco a poco, aunque sigue ahí físicamente. El lamento de Mike Milosh es súper vulnerable, te confiesa que la ves "tan malditamente sola" y le ruega: "Querías esperarme, ¿hmm?".

La canción es el último recurso para resanar. Hay una entrega total y desesperada en la letra, pero también una búsqueda de poder a través de esa rendición: "Quiero amar el poder que me niegas". Es la ansiedad de saber que si la pierdes, "Todo mi dolor vale algo".

Musicalmente, esta rola es un viaje sensorial que va de menos a más, como un sollozo que toma fuerza. El sonido es sedoso y penetrante, puro R&B/Soul Alternativo con toques orquestales. El instrumental te envuelve con texturas suaves, pero el ritmo es constante: tienes el golpeteo delicado de la batería y los shakers incesantes que mantienen un groove melancólico. Luego, la canción te lleva al vértigo emocional con una progresión sonora épica: entran los violines, las notas de piano extremadamente elegantes y la voz inmensa de Rhye. El falsetto de Milosh se vuelve un poderoso lamento, un grito de dolor que te hace sentir cada pregunta.

La euforia contenida se desata con la súplica del coro: "Solo aguanta, mi amor / Así que vamos, destino / A alguien le encanta jugar". Es esa sensación de que, a pesar de que el destino y el dolor están jugando en tu contra, tú tienes que aferrarte a lo que sientes. La rola es un vals melancólico que te pide: "Muéstrame, no lo cuentes". Es la banda sonora de un baile enajenante (como el video), donde los cuerpos hablan lo que las palabras ya no pueden arreglar.

Si necesitan una rola para procesar el dolor de la pérdida inminente con pura elegancia, para llorar o simplemente para sentir la inmersión de Rhye una de las voces más sensibles de la última década, "Hold On" es su go-to. Es un recordatorio de que a veces, lo único que queda es pedir un último abrazo y aguantar lo que venga.